CapÃtulo 2
El Desencajonamiento es el dÃa en el que a los sorianos nos traen los toros para las fiestas. Si tu crees que tu primo el friki se lo flipa abriendo su nuevo ‘iPhone 6s Plus fucker edition’, deberÃas ver como se ponen los sorianos desembalando novillos.
Antes no era dÃa de fiesta, y se supone que se hacÃa a escondidas y entre semana, pero esto es Soria y se acababan enterando hasta las monjas de Santo Domingo, que son de clausura, asà que decidieron abrirlo al público para evitar el absentismo laboral y escolar.
El responsable fue un joven visionario de cabellos dorados (por aquel entonces concejal de festejos) que pensó que para hacer carrera en la polÃtica soriana lo que le iba a dar votos era darnos un dÃa más de juerga. Tú a un soriano/a le dices que hay otro dÃa más de fiestas de San Juan y se nos pone la misma cara que al que inventó las pajas.
Primero se dejan los doce toros que van a ser lidiados en la plaza el ‘Viernes de Toros’ (véase capÃtulo 7 de esta guÃa), que, por el tamaño que tienen, podrÃan venir todos juntos en una furgoneta de las que reparten el pan por los pueblos, pero los metemos en un camión porque para los sorianos el toro es más importante que una madre y nos gusta que estén a sus anchas.
Luego otros doce van a Valonsadero, que es como la version soriana de la Casa de Campo de Madrid pero sin prostitutas y con árboles, hierba y animales de verdad.
Todo esto se hace a primera hora de la mañana para que luego te quede tiempo para lo que de verdad nos ha llevado a 9 kms de la ciudad, y nos ha hecho madrugar un sábado: beber cervezas en vasos de plástico.
La catedral de Santiago es barroca, la Burgos es gótica y la de los sorianos es… Valonsadero.
Las fiestas se llevan celebrando allà desde que en el PaleolÃtico les dio por juntarse para celebrar que el invierno acababa y llegaba el solsticio de verano. Las fiestas ya entonces duraban 5 dÃas que viene siendo lo que dura el calor en Soria.
Se conoce que un dÃa a un ‘homo sapiens sanjuanensis’ le dio por juntar doce uros, pisar unas uvas para hacer vino, fermentar cebada y ya… Pues se lió.
Hoy en dÃa la cebada viene fermentada ya en barriles pero por lo demás no creas que ha cambiado tanto. La comunicación sigue siendo a base de sonidos guturales y según avanza el dÃa con un «¡Eh!», te puede valer para que te pongan una caña, un calimocho y/o un bocadillo de panceta.
El producto estrella es la caña en vaso de plástico y tienes dos tamaños a elegir: vaso de flúor o de litro. La elección depende de la sed que tengas y de para lo que la quieras. Si es para tirársela a un amigo por la cabeza el vaso de flúor es lo que más se lleva.
Los vasos (tengan el tamaño que tengan) los venimos depositando en unos contenedores amarillos y bien señalizados que hay repartidos por la pradera. Puede que te parezca que, el hecho de que estos se encuentren situados a cinco metros de las barras donde has pedido, es una distancia sideral para una persona con unos huevazos como los tuyos, pero a nosotros nos gusta mantener el monte limpio porque hay que volver tres dÃas más allÃ.
En cuanto a hits musicales, nosotros a Enrique Iglesias le hacemos el mismo caso que su padre, que no le llama ni para el santo del chaval, pero es sonar el «Vino griego» y nos ponemos a zurrar la barra que parecemos los ‘Mayumana’ puestos de farlopa.
Consejo: puede que pienses que beber cerveza en mini vasos no te va a pasar factura porque tienes genes alemanes corriendo por tus venas o porque una vez estuviste en el Octobert Fest de Babiera. Grave error. Recuerda que el veneno tambien viene en frascos pequeños.
Puede también que pienses que no necesitas más nutrientes que los que te aportan el lúpulo, la malta y la cebada. Grave error también. Como no comas bien, a las cuatro de la tarde te va a dar una «pájara» que rÃete tu de la de Perico Delgado en el Tour del 83.