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Se nos han juntado dos
acontecimientos durante este primer sábado de junio. El
Lavalenguas y la despedida de soltero de uno de los
amigüitos de Sanjuaneando.com, un día duro. Acompañados
por Roberto, la Voz de Oro de Soria, el día ha pasado
divertido, surrealista, tradicional y caótico. Lo de
surrealista por la compañía de la Voz de Oro de Soria y
por el hecho de que este año, los toros de Sanjuan saben
saltar los muros de los corrales intentando pillar por
sorpresa a alguna cándida víctima que se cree a salvo en
lo alto de la tapia de piedra. Hacía años que no tenía
la ocasión de ver un Lavalenguas tan emocionante, con
novillos de los que no había que fiarse. Yo me he
parapetado en el zoom de la cámara de fotos (tengo
alergia a los cuernos). Ya demostraron por la mañana que
no eran bichos cualquiera, porque no se dejaron encerrar
en los corrales de Cañadahonda, tan sólo dos. Y la tarde
ha transcurrido (que yo recuerde) entre chiringuitos y
toros, sustos, revolcones y algún herido, amigos y meriendas, barro,
cañitas y calimocho. Cachondeo, mucho cachondeo,
quemados por el sol, que parecía que no calentara, y
hasta que el Chicote ha cerrado el camiónbar y hemos
dejado descansar a los 12 de Sanjuan hasta el día de la
Compra, en el que esperemos, vuelvan a demostrar que los
toros sanjuaneros son fieros y bravos de verdad. ¡Ah! Y
que los heridos se recuperen bien. Ya tienen algo que contar a
sus nietos. |