Una vez repuesto de una enorme resaca durante un día de curro (es lo que tiene que el Catapán se celebre en domingo) intento poner las ideas en orden. La lluvia no pudo con las ganas de juerga y de sanjuanear. Los locales de las Cuadrillas se llenaron para ver las caras de pena de los Jurados salientes y de nervios de los Jurados entrantes, los discursos, lecturas de actas de los Agés, elección de cargos y la pregunta: "Queréis fiestas en la Cuadrilla?" Tras esto, la música, las botas de vino corriendo de mano en mano (en unas Cuadrillas más que en otras) y las bandejas de pan, queso y bacalao que no dejaban de dar vueltas entre el gentío con poco éxito. El Catapán es más bien Catavino. Diluvió varias veces, parecía Lunes de Bailas, pero ni la música paró, ni las botas dejaron de vaciarse en bocas sedientas de fiesta. Cadenas de sanjuaner@s por el suelo y Cuatros estrangulando y exprimiendo las botas que soportaban la primera de sus pruebas. Y hay cantera, niños practicando en eso de ser Cuatros dando vino. La peña muy bien equipada con paraguas, la ya tradicional sombrilla sanjuanera, baberos,... En definitiva, que teníamos ganas de sanjuanear y lo cogimos con fuerza hasta altas horas.

(Me pongo serio) Sólo una cosa estuvo a punto de fastidiar un día como el Catapán, en el que el buen rollo es norma. Una panda de niñatos tuvo que liarla en una Cuadrilla. Es la primera vez que veo tanto coche de la policía en un acto de San Juan. Hasta el alcalde se dejó caer por allí. Una pena. Ojala se piren a Benidorm estos Sanjuanes y dejen en paz a los que celebran divirtiéndose y respetando.