Domingo de Calderas de pollo, de floreros en andas, de chorizos y de ¿toro? Un año más he de pelear con las permanentes de señoras peripuestas que se me cuelan en la fila. Con señores que me increpan por ir dentro del desfile. Nota: cámara gigante al año que viene. No es mi día preferido y por mucho que me intente convencer la Sanjuanera, para mí, no es el día de más esplendor. Si consideramos esplendor al bien vestir, pues sí. Si consideramos esplendor a los calderines de pollo, chorizo y trozitos de toro, de mesas con tortillas y langostinos para la Autoridad,… en fin, tradición y modas mandan.

En cierto modo, estar con la gente que ve el paso de las Calderas tiene su aquel. Oyes los comentarios, las críticas y captas los gustos del personal. Público que va desde la infancia (sin pasar ni por adolescentes ni veinteañeros ni treintañeros sin niños, que duermen monas) hasta la ancianidad. Y aquí se ve que aquello de “para los gustos los colores”. Personalmente, si dicen que se pierden esencias de las Fiestas, hace tiempo que el Domingo dejó de ser de Calderas. Pero bueno, los Sanjuanes están vivos y evolucionan en todos los sentidos.

Por la tarde España hace algo que nadie creíamos que iba a hacer, ganar la Eurocopa de fútbol contra Alemania. Plaza Mayor con pantalla gigante, ni un sitio para moverse ni sentarse y golazo de Torres. El toque especial para hacer de un Domingo de Calderas, un día de recuperación de resacas varias, en un Domingo de juerga y trasnoche, un Domingo de Sanjuan.