Soria, 24/06/2010

Con Valonsadero a reventar de sanjuaneros y un sol y temperatura espléndidos, se celebró la Saca 2010. Cientos de sanjuaneros se repartieron por rocas, praderas, chiringuitos y puerta de corrales para disfrutar de uno de los días más importantes de las Fiestas de San Juan. Hasta que llegaron las 12 del mediodía, la mayoría de las personas que se acercaron hasta Cañada Honda, se refrescaban en los chiringuitos y almorzaban en pequeñas comidas campestres. Mientras, gaiteros y sanjuaneros de todo tipo, se agolpaban en la puerta de corrales a la espera de la llegada de la apertura de los portones que dan paso al festejo más querido por la mayoría de los sorianos.

Tras los cohetes de rigor, se abrió la puerta de los corrales. Los 12 novillos se dividieron, yendo la mayoría de ellos por el recorrido tradicional y una de ellos se lanzó hacia la zona de los chiringuitos que se sitúan a la derecha de la Cañada. Esto provocó momentos de tensión y de pánico entre la muchedumbre que se apiñaba en esa zona. De este momento hubo un par de heridos por pinchazo de asta. El animal se dirigió hacia una de las sendas que hay por el área de las pinturas rupestres, perdiéndole el rastro. El resto de los toros llegó hasta la Vega de San Millán sin incidentes a destacar. Una vez en la Vega, dos de los novillos se plantaron, uno de ellos en zona de sombra y el otro en medio de ninguna parte. El primero, tras varios intentos salió de su cobijo, pero volvió sobre sus pasos hacia la zona de la Casa del Guarda. El otro toro se reunió con el resto de los novillos, quedando 10 en la Vega. Todos ellos salieron en torno a las 15h00 de San Millán camino al descansadero del Pinarcillo. Al salir, un caballista calló de su montura sin consecuencias y un joven soriano fue arrollado por un caballo, temiendo en algunos momentos por su estado. En este nuevo tramo, se consiguió llevar a nueve de los diez hasta el descansadero. El toro que quedó rezado se mantuvo en el cruce de la carretera de Fuentetoba hiriendo de cierta gravedad a dos personas, una por asta y la otra con un traumatismo en uno de los brazos.

A las 16h00 salieron los nueve novillos supervivientes hacia Soria. Seis llegaron a la plaza de toros por su propio pie y el séptimo, prácticamente reventado por el esfuerzo, con una maroma y casi a volandas por un numeroso grupo de voluntarios. Los otros no consiguieron llegar a Soria.

Un día más de Fiestas, en el que el calor y los sobresaltos fueron de los principales protagonistas en una jornada llena de bonitas y curiosas estampas.