Compra 2010
A la segunda, se celebró la Compra
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Por fin se celebró la Compra, en un día que la lluvia respetó pero no así el frío, dando la sensación, en determinados momentos del día, de estar en el mes de octubre.
Soria,
22/06/2010
A la segunda
fue la vencida y por fin se pudo celebrar la
Compra 2010, sin que esta vez la lluvia se
convirtiera en la protagonista de la fiesta.
Con menos asistentes que en años anteriores,
el festejo transcurrió a lo largo de todo el
día sin incidentes relevantes. A primera
hora de la mañana, en la Comprilla, muchos sorianos se acercaron a ver
cómo se encerraban los toros en los toriles
para que por la tarde se celebrara la
Compra. Fueron muchos los que no vieron que
los caballistas conseguían meter a 11 de los
12 toros en apenas media hora. En el primer
intento pudieron encerrar a 10 novillos.
Tras estos y en unos pocos minutos, otro quedó
guardado en los toriles de
Cañada Honda. Pero fue el toro de la
Cuadrilla de Santa Bárbara el que puso en
más apuros a caballistas y mozos. Consiguió
meterse en el barrizal que se acotó con
vallas y, aunque salió en varias ocasiones,
siempre volvía a barro ante la desesperación
de muchos de los presentes. Al final, se
decidió dejarlo suelto por la cañada hasta
el inicio del momento de la Compra a las
18h00.
Antes, durante
y tras el encierro, corrieron botellas de
moscatel y pastas a lo largo y ancho de la
pradera y de los chiringuitos. Gaiteros
ponían la banda sonora al momento de la
Comprilla y cientos de sorianos y visitantes
se apiñaban en los chiringuitos en una
mañana muy fría, más propia de octubre. De
hecho, en el momento que el sol comenzó a
salir de entre las nubes, los asistentes
rompieron a aplaudir ante la leve subida de
la temperatura ambiental.
El día
transcurrió en los chiringuitos y a lo largo
del monte en comidas de campo, esperando la
llegada de los Jurados y por lo tanto del
momento de la Compra y de la suelta de los
novillos. Las rocas se llenaron de
espectadores que aguardaban ver a los toros
de la Saca en acción. La suelta de los
utreros duró una hora escasa y no dieron
mucho juego a la hora de tentarlos, ya que
apenas envestían a la salida de los toriles
e iban cañada abajo ignorando a las personas
que les incitaban a hacer algo más que
correr. Uno a uno los 11 novillos que se
encerraron en la Comprilla salieron, dando
un pequeño susto sin importancia y más de
una decepción al comprobar su mansedumbre.
Los entendidos afirmaban que el esfuerzo
realizado en la jornada no había sido grande
y que los animales estarían frescos para el
Jueves la Saca.
De
nuevo, los sanjuaneros se repartieron por
los chiringuitos y el resto del monte
apurando los últimos rayos de sol que
calentaban el ambiente, aguardando con más
ganas que nunca la llegada de los Sanjuanes
2010. |